Las heridas son una puerta abierta para la contaminación y la infección. Por ello, en casi todas las heridas graves o importantes hace falta una asistencia profesional urgente.
Pueden ser:
- Heridas abiertas:
hay una separación de los tejidos blandos y un mayor riesgo de infección. A veces están producidas por objetos que causan desgarros del tejido con bordes irregulares y/o grandes hemorragias. Las más comunes son las mordeduras animales, sobre todo, las de los perros.
- Heridas cerradas:
son heridas como las magulladuras. Suelen estar producidas por golpes, en las que no hay separación de los tejidos blandos. Aparecen con un moratón o hematoma (mancha de color violácea-morada, que son hemorragias debajo de la piel) y/o hemorragias en vísceras o cavidades (hemorragia interna).
- Heridas complicadas:
son heridas extensas y profundas con gran hemorragia. Un ejemplo son los aplastamientos o las amputaciones donde se dañan músculos, nervios, tendones, órganos internos, vasos sanguíneos…
La gravedad de una herida depende de lo siguiente:
- Si es extensa o está infectada.
- Si hay cuerpos extraños.
- Si es de tipo contusa o por tracción (mucha superficie machacada o con bordes irregulares).
- Si es punzante o penetrante y no se sabe la profundidad.
- Si perfora algún órgano interno.
- Si el sangrado es grande o hay hemorragia interna por lesión de algún vaso sanguíneo..
- Si está en la cara, orificios naturales (nariz, boca, ano, vagina), manos, abdomen, tórax o cráneo.
- Si es una mordedura.
- ¿Cuándo pediremos ayuda profesional?
Siempre que la herida sea importante, grande, profunda o sangra mucho se debe pedir ayuda especializada en un centro de salud u hospital.
En estos casos hay que mantener la calma, lavar con agua y jabón la herida, cubrirla con gasas impregnadas en suero fisiológico y acudir a un centro sanitario.
Todo esto y más lo puedes aprender estudiando la Lic. En Enfermería en nuestra Universidad CESEEO, recuerda que somos líderes indiscutibles en educación.